Casi por sorpresa, dos meses después de lanzar su single "Mercury", Bloc Party presenta sólo mediante descarga a través de su página web su tercer álbum, "Intimacy". Un disco que ofrece casi más sombras que luces y que de haber podido ser un intento de continuación de "Silent Alarm" hacia "A Weekend in the City" se queda en un tercer disco regulero que deja zozobrando el estilo de los Londinenses en los mares de la electrónica.
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Nadie duda de que "Silent Alarm" fue un discazo de cabo a rabo y que su continuación en forma de single, "Two More Years", aunque aportaba poco nuevo, era bastante coherente. La (casi) sorpresa llegó con la publicación de "A Weekend in the City". Muchos se rasgaron las vestiduras ante un disco que se centraba más en la electrónica que en el sonido contundente, aunque menos novedoso por repetido, de las guitarras de su primer disco. Creo que efectivamente su segundo disco era peor que el primero, aún así bueno y además ofrecía un intento de cambio de registro, algo cuando menos meritorio en el panorama actual.
A este disco le siguió "Flux", un single a mi perecer bueno a secas que dejaba entrever el camino que se comenzó con su segundo disco. Ahora presentan "Intimacy" como una sorpresa. A razón de casi disco por año y levantando una fuerte expectativa Bloc Party publica en internet 10 canciones (más cuando llegue en formato físico allá por octubre) que dan sensación de prisa, de ser un trabajo acabado con urgencia.
Letras aparte (Kele insiste en un contenido a ratos político y a ratos sentimental), es el sonido del disco donde querría incidir. "Mercury" me parece que no es un mal single. No está a la altura de anteriores, pero demuestra ese intento por llegar a la electrónica sudurosa. El resto de canciones le dejan a uno confuso. A saber: "Ares" tiene el típico comienzo de un disco de Bloc Party, pero inmediatamente suena a cualquier canción del tercer disco de Rage Against the Machine. Primer paso en falso. "Halo" se encuentra justo a medio camino de sus dos discos anteriores, fuerza guitarrera pero sin los artificios de "Silent Alarm", algo parecido a "Biko" pero con el otro registro más melódico del grupo. "Trojan Horse" hubiese entrado perfectamente en "A Weekend..." y "Sign" es una balada de "Silent Alarm".
Y así con el resto de temas: "One Month off" (o como joder una canción con un intento de variación armónica) a "Silent Alarm", "Zephyrus" a "A Weekend"... Lo de "Better in Heaven" hubiese estado bien en un remixes de Depeche Mode, pero aquí pinta poquito.
En definitiva, el disco es mediano, pero no se sabe bien si han querido ir hacia delante o volver al sonido que les encumbró. Está bien explorar nuevos horizontes, intentar evolucionar musicalmente y aunque esto sea digno de mención, hay que hacer las cosas bien. Y esta vez se quedan a medio camino. En cualquier caso, no hubiese estado demás darle un par de vueltas más al disco antes de publicarlo con tanta prisa. Habrá que esperar a ver qué se han guardado en la manga.
2 comentarios:
como dijo Luis Eduardo Aute..."pasaba por aquí" jeje..
nada nada sigue con tus cosillas, espero crónica del weekenddance!, PRODIGY!
Jejejeje, nada, en un par de días lo tienes ;)
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